
El Silencio es Oro
EL SILENCIO ES ORO... ¿POR QUE?...
Todo lo que hacemos en nuestras vidas, desde
los primeros pasos y palabras de un bebé,
hasta los negocios de un adulto... TODO es
el resultado directo de una idea que concebimos
en nuestra mente primero. La materia prima de
toda materialización es una idea, una necesidad
que engendra un deseo. Sin una idea original que
nos lleve a anticipar el resultado que deseamos,
no nos es posible lograr absolutamente nada.
Podemos materializar en nuestras vidas sólo lo
que deseamos y vemos en el plano "invisible" de
nuestra imaginación.
Cuando deseamos algo y nos consideramos
capaces de lograrlo, experimentamos las
más renovadoras emociones
de entusiasmo, ánimo, alegría, anticipación,
determinación... pasión.
Nos sentimos capaces de todo... y
mientras nos encontramos en medio
de la euforia de esos sentimientos y energías
SOMOS CAPACES DE TODO.
La diferencia entre la persona que logra sus
sueños y la que no los logra,
está en la capacidad de permanecer
motivada por la pasión que le
confieren sus deseos y sueños.

Pero un sueño, cuando primero lo concebimos,
es algo tan delicado y frágil como una burbuja
de jabón. Para proteger
la hermosa burbuja en la que sólo nosotros
podemos ver reflejado
el arco iris, es necesario el silencio. ¿Por qué?
¿Recuerda la última vez
que usted se acercó a un amigo a contarle una
idea y en cuestión de unos minutos le hizo
ver cuán descalabrada,
poco práctica o ridícula era? Por el
contrario, ¿cuándo fue la última
vez que un amigo le animó en su entusiasmo,
sin expresar reservas?
Lamentablemente entre la mayoría de las personas
encontramos más críticos que apasionada
fanaticada. Cuando algo
se encuentra en una etapa tan intangible,
como lo es una idea,
resulta muy difícil para otros entender.
En la mayoría de los casos
las críticas son bien intencionadas,
pero el resultado es igualmente
fatal. Todo lo que se requiere es un par
de comentarios muy sensatos
y racionales para hacer desaparecer
la burbuja de jabón que manteníamos
a flote con nuestro entusiasmo y pasión.

Si unas pocas palabras logran apagar el ardor
y pasión del creador, la idea deja de existir.
El potencial de su
materialización desaparece totalmente.
El silencio ofrece protección pero es también
un gran desafío. El mismo entusiasmo
que sentimos nos hace querer revelar
a todos el motivo. Además, la propia
energía que emitimos lleva a
otros a darse cuenta de que tenemos
algo entre manos y nos exhortan a
contarles de qué se trata. No es fácil
resguardar ese silencio, pero
el lograrlo nos trae como recompensa
la veta de oro.

Existe una segunda razón por la cual el
silencio es tan importante.
El puro hecho de hablar sobre
lo que queremos
lograr,
sobre lo que vamos a hacer para
lograrlo, sobre todo lo que
va a significar en nuestras vidas el
lograrlo, disipa la propia
pasión y energía que necesitamos para
alcanzar la meta. Al compartir
con otra persona estamos en cierto
modo "disfrutando" de los
frutos de la idea y eso disminuye la
ansiedad interna que es lo que
nos impulsa a actuar. De hecho, hay
muchas personas que se conforman
con hablar sobre planes y sueños que
nunca hacen nada por realizar porque
encuentran suficiente satisfacción
con un logro "mental" que pueden
compartir con otros.

Mientras más dura nuestro silencio en torno
a algo que queremos lograr, mayor es la pasión
que crece dentro de nosotros y nos lleva a
ACTUAR... y eso es lo que hace posible la
materialización del sueño.
Una vez que ya hemos actuado, que comenzamos a
ver resultados concretos de lo que queremos
alcanzar, ENTONCES podemos comenzar a compartir
con otros. Pero a esas alturas no se trata de
algo ilusorio que sólo existe en nuestra
imaginación, sino algo REAL que ya hemos comenzado
a obtener. Ahora la reacción de otras personas
es muy diferente. No se sienten en posición de
hacernos ver cuán inconcebible y poco práctico es
lo que deseamos, sino que pasan a convertirse en
aliados para poder compartir con nosotros lo que
ya tenemos. Deja de ser una cuestión de poner en
duda un concepto imaginario, para convertirse en
una oportunidad de contribuir y participar en
algo que ya se ha materializado.

Para poder generar ese tipo de apoyo y
colaboración de otras personas es igualmente
importante que cuando estamos listos a compartir
un sueño que ya comienza a materializarse,
NUNCA lo presentemos a otros como algo que tal
vez lograremos en el futuro, sino algo con lo
que ya contamos en el presente.
El mundo está siempre listo a vitorear y pagar las
entradas para ver al atleta que lleva en sus
manos un codiciado trofeo, pero no así a animarlo
cuando tiene que sacrificarse para comprar su
primer atuendo deportivo. No podemos cambiar
la naturaleza humana, pero sí podemos aprender a
protegernos contra lo que puede ser
contraproducente en nuestras vidas.
El silencio, a su debido tiempo, es una
valiosísima protección.
Por María C. Siccardi

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