Protección Natural
(El cactus contra la radiación
electromagnética)
Mucho se habla de los beneficios que la tecnología
brinda a quienes la utilizan, pero pocas veces
se toca el tema de los efectos nocivos que puede
causar si se le utiliza con exceso y sin cuidado.
Es el caso, por ejemplo, de las ondas
electromagnéticas.
El daño que estas ondas, emitidas por
aparatos como la televisión, la radio y las
computadoras personales ocasionan,ya ha sido
motivo de diversos estudios, entre los que destaca
uno realizado por nada menos que la Organización
Mundial de la Salud (OMS).
Este organismo ha comprobado que, efectivamente,
estar sumergios en una mezcla vertiginosa de ondas
y partículas que penetran nuestro cuerpo a cada
instante produce síntomas y perturbaciones
derivadas del síndrome de las frecuencias
radioeléctricas y de las hiperfrecuencias,
tales com cefaleas o dolores de cabeza, una mayor
tendendcia hacia la agresividad, alteraciones
del sueño, astenia o pérdida de vitalidad,
alteraciones cardiovasculares, aberraciones,
cromosomáticas, apración de anomalías del nivel
del ADN, abortos y malformaciones, durante la
gestación ,alteraciones en el ciclo menstrual
de las mujeres entre otras.
Algunas de estas anomalías aparecen sólo en casos
de exposición a campos intensos; pero otras pueden
ser provoadas por instalaciones de poca e incluso
de muy poca potencia.
¿Qué hacer contra estas perjudiciales ondas y
frecuencias? Nada más simple que conseguir un
pequeño cactus peruano.

En efecto, al parecer el Cereus Peruvianus, o
cactus de América Centra y del Sur, es una
especie de cactus que ha demostrado la facultad
de corregir las alteraciones causadas por las
radiaciones electromagnéticas.
Otro tipo de cactus antirradiación es el
"Candelabro", típico de los desietos mexicanos.
Después del Cereus Peruvianus
cualquiera de estos otros sirve:
Myrtillocactus geometrizans, Pilosocereus
azureus, Marginatocereus marginatus,
Polaskia chichipe y Pachycereus pringlei.


Quienes señalan los beneficios de los cactus
antirradiación, advierten que basta colocar
un ejemplar próximo a la pantalla del monitor
de la PC o del aparato que emita las ondas
electromagnéticas.
No se requiere, por cierto, un gran cactus
candelabro junto al escritorio; con uno pequeño
de unos cuarenta centímetros de altura y seis
caras, es suficiente para absorber todas las
"malas vibras" que nos envía "la computadora"
nuestra de cada día.
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