LO QUE TUS HIJOS RECORDARAN DE SU INFANCIA
Por: Karla Olguin



Trabajo con jóvenes adolescentes de 12 a 17 años de edad.
Y aquí me va a salir un poco de mi formación profesional
de marketing. Me atrevo a decir que después de 3 años de
pasar entre 4 a 5 horas diarias con ellos conozco
bastante bien a mi segmento de mercado. Dicho esto quiero
compartir los resultados de un ensayo titulado
“La anécdota o momento favorito entre mamá y yo”.
El ejercicio trataba de recordar algún momento
importante en su vida cotidiana, algo divertido
o muy especial que recordaran de su infancia
con su mamá. La idea era que fueran cosas reales,
no sentimientos abstractos. Por ejemplo no valía poner:
“mi mamá es la mejor” “gracias por todo lo que
haces por mi” sino: mi mamá es la mejor porque el
primer día de clases me dio un gran abrazo y me canto
una canción para que me pusiera feliz.

Leí más de 100 ensayos de jóvenes mexicanos, que viven
en mi ciudad y que tienen factores demográficos muy
similares a los que yo vivo. (Clase media baja o
media alta, papas que trabajan, acceso a la tecnología,
a diversión y educación privada)
Los resultados fueron para mi muy reveladores y
los comparto porque esto nos da una idea de lo que
realmente nuestros hijos van a recordar de su infancia
cuando sean adolescentes.



1 Su vida diaria. 90% de mis estudiantes ha ido a
Disneylandia por lo menos una vez en sus vidas.
Todos reciben en navidad por lo menos 1 regalo.
A la mayoría se les ha festejado con una fiesta su
cumpleaños y ninguno de estos sucesos fue mencionado
por ni un solo estudiante. Yo hubiera pensado que su
primer viaje a Disney lo recordaban emocionados,
o cuando su mamá les hizo esa padrísima fiesta de
cumpleaños de su personaje favorito. O aquel carrito
de motor que les amaneció en navidad (por el cual sus
papas ahorraron todo el año) sería motivo de una
bella anécdota. Pero no fue así. Todos los recuerdos
tiernos y anécdotas que los jóvenes mas atesoran
tenían que ver con la vida diaria. Anécdotas súper
tiernas, recuerdo la de este joven ahora deportista
de alto rendimiento que escribía –
“todos los días mi mama me recogía de la escuela,
me llevaba un lunch que me comía en el carro y me
llevaba a entrenar, me esperaba por dos horas en el
calor, todos los días. Nunca se quejo". O el de una
jovencita que contaba de cómo su mama y ella se
sentaban horas a ver la misma caricatura de princesas
juntas. Por meses, para ella era lo máximo.

Mi aprendizaje de esto: Los hermosos recuerdos de la
infancia no son los viajes o las cosas, es el trato
DIARIO y los detalles de ese trato los que causan un
verdadero impacto en la vida de nuestros hijos.
Disfrutémoslos todos los días, cuando los recogemos
de la escuela, en el camino a casa, cuando comemos
juntos, en las tardes de juego. Todos los días cuentan!



2 Si estuvimos presentes o ausentes. A veces los papas
justificamos nuestra ausencia diciendo “pero ni cuenta
se da de que no estoy” o “es que se la pasa súper bien
todo el día con su abuela” otra muy común es
“es que necesito trabajar más para darle lo que necesita”.

Muchos jóvenes escribían de la ausencia de sus padres.
Recuerdos de cuando eran pequeños y extrañaban a sus papas
y decían “Mis papas siempre me dejaban con mi abuela-
de ella si tengo muchos recuerdos lindos”.

Uno en particular me dolió en el alma pues cuando
asigne el trabajo se acerco a mí y me dijo
“ Teacher, yo no tengo anécdotas con mi mama” es un
niño muy aplicado así que sabía que no era flojera,
y le pedí que tratara de recordar algo. Me volvió a
decir lo mismo “no tengo ninguna anécdota ni recuerdo
de cuando era niño, ni de ahorita, casi no la veo".
Se va a las 6 am y regresa a las 7 u 8 pm. No sé ni
que le gusta”. Conozco a su mama y es una mujer que
ama mucho a su hijo pero en el afán de darle una vida
más cómoda se está perdiendo el placer de ver crecer
a su hijo. Nuestros hijos nos necesitan a nosotros
más que a cualquier otra persona.



3 Nuestro carácter. La sociedad de nuestros días
busca más que nunca satisfacer al “YO”, no nos gusta
sacrificar, no nos gusta dejar de hacer por el bienestar
de otros, queremos encontrar la combinación mágica
para lograr todo sin renunciar a nada.
El resultado son muchos hogares disfuncionales, niños
y jóvenes q están creciendo solitos porque papa y mama
no queremos sacrificar carrera, hobbies, amistades,
dinero etc. Un joven escribía que lo que amaba más
de su mama era que siempre “ayudaba a otros” incluyéndolo
a él. Su mamá se daba el tiempo de cuidar al abuelito
enfermo, trabajar, cuidarlo a él y a sus hermanos y
además estar de "buen humor” me encanto su relato porque
era tan ilustrativo de que a veces hacemos sacrificios
pero de mala gana y así no vale. Es muy triste escuchar
a jóvenes decir “mi mamá siempre esta de mal humor” o
“con mi papa nunca se puede hablar”. Lo que hacemos
diariamente y como lo hacemos demuestra el carácter
que tenemos. Si ayudamos a otro dándole lo que nos
sobra o renegando por hacerlo, nuestros hijos recordaran
la actitud. Por otro lado si damos de nosotros con gozo
enseñaremos a nuestros hijos a servir por medio del ejemplo.



4 Tus muestras de afecto. Una de las cosas que los jóvenes
mencionaban mucho en sus ensayos era que les encantaba
cuando su mamá se los comía a besos, o besos con cosquilla
s o como siempre tenían la costumbre de arroparlos en la
cama y darles beso de buenas noches. Creo que esto es
fácil cuando son pequeños y a veces se vuelve difícil
cuando crecen pero vale la pena mantener esta práctica.
Nunca son demasiados besos o abrazos cuando se trata de
demostrarle tu amor a tu hij@.





enviado por: Nora Alva
Gracias Nora


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